5ª semana, parte 1

Viernes, empezamos con inglés prontito prontito. Pero no vale de nada llegar puntual, porque el profesor está enfermo y no hay clase. Levantarse pronto para esto...

A las diez y media vamos a clase de español, con Katarina, y les ayudamos a los alumnos suecos con unas noticias que tienen que presentar la semana que viene. Tienen algún error... Pero bueno, algunos errores también son del traductor de Google. Nada más salir de español vamos a comer.Los viernes siempre hacen la mejor comida de todas,

Filetes de carne con salsa de queso y patatas. No pensé que iba a repetir tantas veces en ese comedor.

A las doce y diez entramos en sueco, y estuvimos practicando con las horas y actividades. Después tuvimos educación física, y tocaba volleyball. Fue geniaaaaaaaal, primero hicimos algunos ejercicios y después partidos, fue súper divertido. Pero todo lo bonito tiene su final :(. Aunque lo que venía después no era un final especialmente triste... Íbamos a casa de Clara, a pasar la tarde, con jacuzzi, sauna y pizza.

Nada más llegar, saludamos al padre y ya nos pusimos los bañadores. Es una casa mmuy grande, de tres pisos (el tercer piso es solo para la hija más grande), con muchísimo espacio y con un jardín muy amplio por delante y por detrás de la casa. Tienen piscina, jacuzzi, sauna, una colchoneta, y una ladera preciosa para tirarse en bañador al salir del jacuzzi. Con los bañadores puestos salimos de casa, y lo primero que hicimos fue meternos en el jacuzzi. Intentamos salir de vez en cuando a tirarnos en trineo, pero la nieve estaba demasiado fría (lógico). Cuando nos cansamos fuimos a la sauna, pero a mi la sauna no me convenció, así que volví yo solo al jacuzzi, que es mi hábitat natural, y esperé a que salieran de la sauna. Hicimos una pizza, y la cenamos todos juntos con la radio puesta. 

No nos dió tiempo a más, ya que teníamos que salir a las ocho de la parada de bus que tiene Clara a veinte minutos de su casa para poder llegar todos a nuestras casitas.

Llegué pasadas las diez, y me esperaban Anya y Mariana viendo una película. Mariana es una amiga chilena de Anya, y viene a pasar todo el fin de semana. No le presté mucha atención a la película, porque no entendía nada, y ya le quedaba media hora. Al acabar, hicimos el tonto un rato y me fui a dormir.

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Levantarse a las diez un sábado, y que el bus venga con retraso no es una buena manera de empezar un sábado. Llego veinte minutos tarde  Hammarby Sjötad, el barrio del que tenemos que hacer el trabajo de Green Cities. Vemos varios puntos que nos marca una aplicación del barrio, y vamos a comer a un restaurante italiano. Como mis compañeros de viaje se mueren de frío y quieren irse a Estocolmo, decido volver a Nortälje y hacer algo con la familia. 

El viaje de Estocolmo a Táby es muy cómodo. Pero de Estocolmo a mi casa.... Que rollazo, además, este barrio está al sur de Estocolmo, y no hay metro, solo tranvía, por lo que tengo como veinte minutos de trasbordo hasta Tekniska Höslogan, donde cojo el bus. 

Me reuno con Astrid, Mariana y Anya en la estación de autobuses de Nortälje. Astrid se va a casa de Cortana y al resto nos vino a buscar la madre de Astrid en coche. En casa vimos una pélicula, Gladiador, y ya no me acuerdo que más hicimos, pero eso, que no hicimos gran cosa. 

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Me desperté casi a las once, fue como un sueño. Un sueño en el que volvía al horario español, y podía dormir hasta tarde.Y aunque solo fue hasta las 10:45, algo es algo. Desayuno y me despido de Anya y Mariana, que se van. Anya trabaja hoy porque Astrid está mala de la garganta. Cuando vuelve la madre de Astrid de llevarlas en coche, me doy cuenta de que está Benke en casa, y como con ellos dos, de sujetavelas profesional. Comí lo más rápido que pude, y en cuanto se levantaron salí disparado de allí. Después de la siesta, ambos se fueron de casa, así que me quedé solo. Me puse a trabajar con química. Y me lo pasé de vicio, hacer química orgánica es de lo más entretenido.

Y la tarde me la pasé haciendo todos los ejercicios y escuchando música. Por tarde me refiero hasta las seis, cuando llegaron Daniel, Emil, Astrid, Anya y la madre de los tres últimos cenamos todos juntos y estuvimos hablando en el sofá y escuchando música.

Ya va un mes. ¡UN MES!