Hoy, sábado 10 me he levantado a las 9:40 a.m. he desayunado y me he duchado. La ducha no daba regulado la temperatura, ¡así que me he duchado a 38ºC!
Lo importante es que no pasé frío.
A las 10:10 a.m. salimos de casa y cogimos un bus que nos dejaría en Campus Roslagen, de donde cogemos el bus a Estocolmo. Me llamó mucho la atención la parada de bus.
Durante el viaje a Estocolmo he estado escuchando música con Astrid y escribiendo el resumen de la primera entrada en inglés. Al llegar a Tekniska Högskolan (la estación en la que habíamos quedado con Katarina) y bajar del autobús nos dirigimos a la estación de tren, al lado de la de autobuses.
Allí ya estaban Katarina, Eduardo, Amaia y Kian (la sueca de Amaia). Al poco rato llegaron Laura con Susanne, y Luis con Gabriel (sus respectivos suecos). La que tardó más en llegar fue Clara, que no tiene sueca, está viviendo con una profesora y como tenía que venir sola pensamos que no iba a llegar.
Acabó llegando, pero porque le habían hecho un mapita en casa.
Entrando en Skansen. |
Entrando en Skansen, Amaia, Clara y yo. |
Ver y fotografiar todos los animales.
Cuando acabamos la visita empezó a nevar, ¡y fue genial! Estuvimos bailando (sobretodo yo) y gritando pero nos metimos en una cafetería para entrar en calor. Estuvimos cerca de media hora en la cafetería, hasta que decidimos lo que íbamos a hacer a continuación. COMER. Cuando salimos de la cafetería estaba nevando bastante, por lo que nos pusimos a grabar vídeos y a gritar y a echarnos nieve por la cara. Salimos de Skansen y cogimos el tranvía hasta el centro de Estocolmo.
Con Estocolmo al fondo. |
Lo peor de Skansen es que tengo que hacer una página en inglés acerca de ello. Puedes entrar directamente aquí.
Bajamos en la misma estación que el viernes, T-Centrale y fuimos directamente a un "centro comercial" en el que solo había restaurantes de todo tipo. Nos costó mucho coger sitio, pero la comida estaba buenísima y era abundante, así que nos compensó. Comimos a las tres, así que todos los suecos se estaban muriendo de hambre jajaja.
Que bien sienta una buena comida a su hora.
Tras tener una sobremesa cuantiosa, porque nos costó decidir que íbamos hacer al salir de allí, salimos a la calle.
Madre mía como nevaba.
Hammarby sjö |
Nos dividimos, suecos por un lado y españoles por otro. No sé porque la verdad, así que nos fuimos hacia un extremo del centro comercial, donde las chicas entraron en una tienda de la que no me acuerdo el nombre, y Luis y yo... pues evidentemente nos fuimos al MediaMarkt.
En el MediaMarkt no había nada que no hubiera en España, pero dimos una vuelta para mirar
Como a todo el mundo le daba igual a donde ir, propuse la idea de ir a la tienda a la que fuimos el viernes, Buttericks, la tienda que dije que tenía muchos regalos geniales. Como nadie se opuso (bueno, no dejé que nadie se opusiera) salimos hacia la calle de la reina, la calle en la que estuve el día anterior. En el camino atravesamos un puente, en el que no había nadie, y estaba rodeado por unos barandillas altas en las que se había depositado bastante nieve.
Evidentemente la primera bola la lancé yo.
Fue genial hacer una guerra de bolas de nieve, aunque yo no tenía guantes y acabé con las manos algo rosadas, si poco. Pero si para presumir hay que sufrir, para divertirse tanto como me divertí yo, también había que aguantar algo de sufrimiento. Acabamos llegando a la tienda, pero estaban cerrando, así que no pudimos verla.
Clara tenía que coger un tren para volver a casa. Y solo pasaba una vez. Así que tuvimos que estar pendientes para que no se le escapase. Y después de salir de la tienda cada uno se fue a su casa. Astrid me dijo que había quedado con los amigos de Astrid. Tras el largo viaje en autobús, nos bajamos en Nortälje Busstation y fuimos hacia casa de estos. En el medio del camino los vimos lanzándose bolas de nieve, y nos unimos. Después cogimos el trineo y nos fuimos hacia una ladera cubierta de nieve, y estuvimos jugando allí. Volvimos a casa y estuvimos hasta las doce bailando y hablando.
A los italianos les encanta nuestra música disco! Conocen muchísimas canciones, sobretodo de Romeo Santos y parecidos. A las doce y media elegimos una película para ver, y Anya y yo vimos Ocean's Eleven juntos. Me encanta esa película. Cuando acabamos, nos quedamos a dormir en casa de Cortana, y me quedé dormido en el sofá, con un gato al lado.
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